Las horas vuelan sin sentir. Cuando desperté todavía había sombra, y antes de pensar en mi, invoqué Tu nombre, Me incorporé, para no hacer nada sino entrar a Tu presencia. […]
Las horas vuelan sin sentir. Cuando desperté todavía había sombra, y antes de pensar en mi, invoqué Tu nombre, Me incorporé, para no hacer nada sino entrar a Tu presencia. […]