Por: Diana López / revistaelite_slp@hotmail.com / diana_peke20@hotmail.com
El agua de lluvia que caía en el momento bañaba las piedras de las calles de San Miguel de Allende. El frío se dejaba sentir mientras caminábamos bajo las sombrillas, recorriendo y admirando los edificios y construcciones de un pueblo tan colonial sin igual.
No llevábamos prisa; el clima le daba un ambiente especial a la ciudad. Y de pronto, caminando entre la lluvia, el frío, y la creciente noche, nos topamos con una casa muy especial, llamándonos la atención la iluminación tan cálida que ofrecía a simple vista.
Una presencia amable nos invitó a pasar. Se presentó a sí mismo como el artista creador de dicha galería, Adolfo Falcón Garza, creador de pinturas y esculturas cuya característica muy especial radica en su tamaño y en el material del que están hechas, que es el papel craft y engrudo.
La lluvia seguía cayendo fuertemente mientras recorríamos la galería, que a su vez es casa del artista; recorrimos cada una de las pequeñas salas donde las esculturas y enormes pinturas, fusionadas con el color que emanaba de la luz de las lámparas, daban un aspecto interesante al lugar.
Así, mientras observábamos cada uno de sus trabajos, Adolfo, que titula a su galería como ALFALGAR, producto de su nombre completo, nos fue contando acerca de él, su trabajo y su aportación como artista dentro de San Miguel de Allende.
¿Quién es Adolfo Falcón Garza?
“Mi familia es originaria de Coahuila, pero yo nací en México, y residí 37 años allá. Mis estudios los realicé en San Carlos, para después unirme a Siqueiros en la obra del mural de la Revolución, ubicada en el Castillo de Chapultepec. Después, Tamayo me hizo una invitación en el mural que llevé a la Feria Mundial de Monreal.”
Adolfo caminaba a través de cada una de sus obras, mientras su hermana, María Antonieta Falcón Garza, quien funge como Directora de la Galería, lo anima a contarnos más de su trayectoria.
Adolfo sonríe y continúa.
“En tiempos del Presidente Echeverría fui el Director artístico de los libros de texto. Hice todos los libros de texto gratuitos, en ámbitos de diseño, tipografía, ilustración de primaria y secundaria abierta, cuando los libros de la patria se transformaron a color en 1972”.
“Llegamos acá hace dos años e hice obras de papel maché de tamaño natural con el objetivo de que la gente se pudiera integrar a las figuras; yo quiero que la gente se involucre con este maravilloso arte”, platica emocionado.
Su hermana nos acompaña en el recorrido en todo momento y agrega la importancia del éxito de las obras de su hermano.
“Tenemos la fortuna de que en el Polifórum de León tienen 3 obras expuestas y otras cinco que están por colocar; se inauguraron hace como dos meses, siendo para meras exposiciones, todo ahí es meramente cultural”.
¿De qué hablan sus obras?
A la entrada del lugar, nos recibió una enorme figura situada en medio de dos columnas, hecha en su totalidad de papel maché. Es la figura de una mujer con los brazos abiertos. Arriba de ella, figuras de pequeños colibríes hechos del mismo material cuelgan balanceándose ante la lluvia. Y Adolfo nos explica.
“Hice la figura de la madre tierra adentro de un tronco de amate, que es un árbol usado por los prehispánicos hace mucho tiempo. Ahí escribían, por eso dicen que hicieron hablar al oro, la plata y al papel de amate. Entonces, sale del centro de esta madre tierra los colibríes, que están respaldados por el árbol de vida, lo que les da un sentido de protección, significando la creación y la vida misma”.
Luigi es compañero fiel también durante el recorrido. En cada una de las salas, este simpático perrito se detiene y parece escuchar la explicación de su dueño, acercándose a nosotros de vez en cuando, mientras seguimos escuchando la explicación del artista, acompañada de una lluvia que no deja de caer afuera en el pueblo.
“Mi pintura está basada en filosofía y en pintura matérica utilizada como pintura, pero entrando en filosofía. Tengo obras hechas desde las que corresponden a las que ya vieron, hechas de papel craft, hasta las que son a base de polvo de mármol”.
Nos escabullimos un rato para apreciar de nuevo las obras de papel maché de Adolfo, entre las que se encuentran un nacimiento, Romeo y Julieta y hasta una mexicanísima catrina, figuras que se encuentran entre muebles de madera rústicos dentro de una bella casa colonial.
“Aquí en San Miguel la gente nos ha recibido muy bien. Vienen incluso de otros países, se va formando una cadena de visitas de nivel internacional. Hay un grupo de canadienses que han venido 3 veces a tomar los cursos y se llevan sus resultados de trabajos de papel maché. Sin embargo, hemos encontrado muy poco apoyo dentro de Cultura Municipal; acudimos a hablar con el presidente sin éxito.
Queremos dar clase para que los muchachos de aquí puedan aprovechar; vemos mucho talento y hay que motivar las ganas de superarse”, finaliza Adolfo.
El sonido de la lluvia nos sigue hasta la despedida. El artista y su hermana nos agradecen el interés por sus obras y la visita a su galería, acompañados de Luigi quien se detiene ante la puerta principal, refugiándose de la lluvia.
Así pues, salimos de esta galería llena de un ambiente muy particular, llevándonos recuerdos y un grato paseo en una tarde lluviosa de San Miguel de Allende.