Por: Ghisselle Ávila.
El pasado 14 de marzo a las 12:00 de la mañana en el patio del edificio central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en la Plaza Fundadores, dio inicio la esperada Feria Nacional del Libro 2014 que estuvo presente hasta el 23 del mes en curso.
Alrededor de la una de la tarde, después de la ceremonia de apertura oficial, los estantes de libros adornaban por completo el patio del edificio, diversas editoriales invitadas participantes galardonaban y exponían con orgullo una muestra de su material, entre ellas se encontraban la editorial Trillas, Paidós y Planeta, por mencionar algunas ya que en total son ochenta y dos, también había estantes de librerías conocidas como Gandhi y Gonvill.
Además de esto, se les abrió las puertas a cuatro países invitados; Argentina, Bolivia, Colombia y Cuba, dichos países pusieron a la venta una probada de su material más destacable, casi siempre referentes a temas profesionales como derecho, arquitectura, etc.
También, después de la inauguración, se deleitó al público con un grupo de música llamados “Los Blueserables” que llenaban el ambiente con sensaciones alegres y daban además, una cierta comodidad que invitaba a pasear por el patio a observar y a disfrutar de la experiencia magnífica que es el saberse rodeado de libros.
Por si fuera poco la feria no se limita a vender su material, ya que durante estos diez días de exposición, habrá un sin número de actividades que pueden consultarse en la página de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, entre las que habrá escritores de renombre como Antonio Malpica, Juana Inés Dehesa, entre otros, además de exposiciones culturales, musicales y exposiciones de libros.
El Sr. Manuel López Martínez, que lleva diez años trabajando en la Feria del Libro, opina; “Antes la feria era muy pequeña, con el paso de los años ha crecido mucho y cada vez nos piden más material, estoy seguro que esto se pone cada vez mejor”.
Así que desde libros de literatura clásica, contemporánea, cuentos para niños, libros para profesionistas, poesía y hasta un puesto con lo mejor de los discos Rock del pasado y del presente, la Feria del Libro era una opción para los que buscan el placer de echar a volar la imaginación y disfrutar de sumergirse en mundos fantásticos y extraordinarios que nos saquen del caos cotidiano.