Por: Nohemí Guevara.
Octavio Paz, es sin duda un excelente escritor mexicano que marcó una época en la literatura, sus ensayos y poemas forman parte de un acervo cultural que todos deben leer y conocer.
Es por ello, que con motivo del centenario de su nacimiento, el Instituto Potosino de Bellas Artes organizó una lectura de su obra en homenaje a este gran literato, misma que se llevó a cabo este 27 de marzo del 2014 en la Galería Antonio Rocha Cordero del mismo Instituto.
Con la presencia de Luis Alberto Arellano, autor y traductor de numerosos libros, Minerva Margarita Villareal, una escritora que ha basado parte de su trabajo en Octavio Paz, Laura Elena González, directora del IPBA y José Javier Villareal, quien ha ganado múltiples premios y reconocimientos por su trabajo como poeta y escritor.
Todos ellos hicieron honor a Octavio Paz y su obra, cada uno con su especial estilo, pero todos incluyendo la esencia y exaltando las letras que Paz nos ha dejado, todo esto con motivo de que el próximo 31 de marzo, el escritor habría llegado a los 100 años de edad.
Comenzó con la lectura José Javier, quien nos transportó a momentos atrás, además de demostrarnos el porqué de sus premios, con su obra “Campo Alaska” pudimos comprobarlo, sus poemas transiten emociones de todo tipo, lo que es el objetivo de cada escritor. Inspirado en las obras de Paz, José Javier incluye un poco de su estilo, sin perder el propio, en cada uno de los poemas de su libro.
Laura Elena González, continuó con el homenaje al leer un ensayo escrito por ella misma titulado “La luz de Octavio Paz, a un centenario de su nacimiento”, en el que hace alusión a la importancia de las obras de Paz, habla también un poco acerca de su vida en general y menciona que “Los homenajes a mexicanos deben ser cada vez más frecuentes, pues de esta manera, también exaltamos nuestra propia cultura”.
Seguía con el evento Minerva Villareal, quien nos comentaba sobre la dicha que tuvo al poder hablar con Octavio Paz un año antes de su muerte. Decía también que el autor no era muy querido en su época por ser un personaje muy polémico, pero esto se debía a que era un líder nato e implacable. También advertía el hecho de que en ocasiones, la inspiración provenía de nuestros sueños, y que ella, alguna vez soñó con Octavio Paz por lo que decidió escribir “El regreso de Octavio Paz”.
Para terminar, el traductor y poeta Luis Alberto Arellano, elogiaba a Paz diciendo que leer su obra era un acercamiento a algo superior pues él modificaba el panorama de la poesía, reflexionando sobre su entorno. Fue así como decidió escribir su ensayo “Leer a Paz, leer en paz”.
Así concluyo dicho homenaje, donde cada uno de los presentes, pudimos recordar o conocer a Octavio Paz, su obra, su vida y su legado, para darnos cuenta que aun a 100 años de su nacimiento, sigue existiendo como el primer día.