Todos esos sitios que se promocionan diciendo que ofrecen servicios de masajes; casas que siempre están abiertas, pero nunca antes de las seis de la tarde, cuyas luces rojas y verdes iluminan su fachada; todas sus habitaciones están oscuras, tienen camas y sobre ellas está una chica vestida con un negligé esperando al siguiente cliente, ya que hacen de las relaciones sexuales, su forma de subsistencia.
Es posible, querido lector que esta afirmación ya usted la conozca, pero en caso contrario, quizá en este artículo resuelva algunas preguntas que se hace cada vez que pasa frente a alguno de estos sitios, en su automóvil o caminando. Todo ese misterio que guarda su puerta de entrada, el ambiente oculto y al mismo tiempo, tan a la mano; provoca que indudablemente se cuestione, sin atreverse a entrar para hacer preguntas y obtener respuestas.
En este artículo usted encontrará respuestas a las preguntas, que la que suscribe pudo obtener tras haber entrado un par de veces, de madrugada, la hora pico de los “servicios”, con dinero en la mano para encubrirme y pedir un “masaje”, ganarme la confianza de la trabajadora sexual y poder saciar todas mis dudas que me fueron posibles de responder durante una entrevista, que por fin pude conseguir hasta el segundo intento por lograr entrar al lugar; pues cuando acudí por vez primera y pedí un servicio de masaje, me negaron la entrada. Insistí, y fue entonces cuando me dijeron la respuesta que ya estaba esperando: “Aquí no damos masajes, aquí se paga por tener relaciones sexuales… Así que mejor váyase, señorita…”.
¿En verdad dan masajes? Sí, damos masajes pero ninguna somos expertas ni hemos estudiado nada al respecto, a lo mucho sabemos poner el aceite, pero lo que sí es para dejarlos bien calientes, pues para que regresen.
¿Nunca te obligó nadie a trabajar aquí? No. Todas trabajamos por voluntad propia y nos gusta. A mí me gusta mi trabajo, me gusta coger y de vez en cuando llego a tener un orgasmo. Me gusta ganar dinero, y aquí es fácil, sólo cojo y ya (jajajaja…) Con los hombres es fácil obtener dinero, cuando vienen ya medio borrachos y calientes. Incluso hay unos que me dejan “propina”.
¿Cuánto dinero ganan por semana? Pues yo trabajo sólo sábados y domingos, y fácil me llevo más de dos mil pesos. Entre semana no me gusta trabajar porque me gusta quedarme con mis hijos. Además de que en fin de semana es cuando se gana más, entre semana está más flojo y yo prefiero quedarme en mi casa y estar con mis hijos.
Si una chica entra a este negocio, ¿puede salirse? Sí. Sólo se trata de querer venir y trabajar. Si un día ya no quiero venir, pues me busco otro trabajo… jajajaja.. pero en verdad lo dudo, en todos lados está bien cabrón entrar, nomás te contratan un ratito, y es igual que aquí, no tienes nada seguro. En realidad aquí está mejor, porque sé que si le echo ganas, ya tengo un nuevo cliente seguro para la próxima, así que cada vez voy teniendo más clientes, y pues más dinero.
¿Qué requisitos debe cubrir una chica que dese a trabar en esto? Ninguno, nada más venir. Que se comprometa a venir en los horarios que se le establezcan.
¿Cómo protegen su seguridad personal? Pues ahí sí está lo canijo, porque aquí, como ves nos tienen muy checaditas, nadie entra y nadie sale sin que se entere el encargado. No podemos hacer ningún otro servicio que no se les haya pagado previamente al de allá abajo. El encargado llega con el cliente, el cliente previamente ya escogió el servicio que quiere recibir. Hay un menú, como el que viste. Masaje, sexo oral o servicio completo que incluye sexo anal.
Aquí adentro, el único problema sería que nunca estaremos completamente seguras de que el condón sea suficiente para evitar algún contagio. Pero yo trato de ser muy cuidadosa y que nunca se me salga o si un cliente no quiere ponérselo, simplemente se rechaza el servicio.
Tal vez, lo peligroso en cuanto a nuestra seguridad personal sea cuando llaman por servicios a domicilio, porque aunque nos van a dejar y van por nosotras, la verdad una nunca sabe qué te puedas encontrar allá afuera, en la casa de un cliente. Una vez me tocó que pidieron un servicio, yo estaba disponible, me mandaron y no era uno, sino como nueve cabrones… Y me tuve que aguantar, porque no me dejaron irme hasta que no me los cogí a todos. Y no me pagaron por todos, eso fue bastante traumante para mí, por eso yo ya sólo me quedo en la casa, yo ya no acepto servicios a domicilio.
¿Lo haces por placer o por necesidad? Pues por las dos. Necesito trabajar y me gusta coger. Además, aquí gano más dinero y es igual que en todos lados. Nadie me garantiza nada de todas maneras. Así que yo prefiero estar aquí.
Tras esta entrevista, me di cuenta de que no hay que tenerles lástima a estas chicas, ni ver en ellas un objeto para faltarles al respeto. Son tan humanas como cualquiera de nosotros, pero corren peligro al enfrentarse con enfermedades o violencia de género constantemente. Es un riesgo que corren ellas y quienes se acercan a esta clase de servicios. Pues pude ver la frivolidad que sí existe dentro de esos sitios. Ningún cliente es amado, ninguno es respetado más que por su cartera. Ninguno es deseado ni tratado con alguna clase de aprecio ni dignidad real. Todo aquel que llega a contratar a una chica que vende sexo, está aceptando ser parte de un sistema económico solamente. Un empleo, un servicio como pudiera ser ir a la tintorería.
Pero quien acepta este intercambio de dinero y sexo; debe tener bien claro que debe respetar a la sexo servidora de una manera constante, pues ciertamente, es el cliente quien busca el servicio, nunca es ella la que va a buscar algún tipo de favor del cliente. Es un intercambio comercial como cualquier otro. Mover dinero, mover placeres. Entre seres humanos que viven de la ilusión de sobrevivir y sentirse amados.
Es muy importante entender que los llamados Masajes tántricos, requieren de un gran estudio, escuela y práctica vigilada por maestros o gurús. Es una disciplina que incluye yoga y tai chi. El masaje tántrico NUNCA puede ser vendido como prostitución. Quien lo ofrezca así, es un o una impostora.
Sabiendo todo esto, que nadie quede decepcionado. Y espero que cada hombre sepa valorar a la mujer que tiene a lado, que sepa apreciar el saberse amados.