Durante los días 25 y 26 de septiembre del presente mes, a través de una investigación por parte de los periodistas de Proceso, Marcela Turati y el fotógrafo Eduardo Miranda, la periodista Carmen Aristegui entrevistó a ambos, donde explicaron cómo la “comunicadora” Laura Bozzo utilizó un helicóptero del Estado de México, con el fin de sacar material para su programa y hacer un “teledrama en la desgracia nacional”.
Todo esto, desembocó en la controversia generado por la llamada “Laura de América”, que arremetió y retó públicamente a Carmen Aristegui. “Vamos a Coyuca de Benítez. Públicamente la reto, y vamos a ver a quién reconoce el pueblo, a quién quiere la gente, quién es una esperanza para la gente. ¿Usted, señora Carmen Aristegui, o esta modesta servidora?”, retó Bozzo.
En su espacio informativo, Carmen Aristegui retomó un reportaje en el que se abordó la presunta ayuda que Bozzo otorgó a Guerrero:
“Una escenificación de una bajada. Hicieron que el helicóptero volviera a subir para que ella bajara en una cuerda y se presentara a la televisión algo que daba una idea forzada o escenificada de una llegada triunfal en una cuerda de la conductora de la televisión”, concluyó la periodista luego de escuchar por parte del reportero que camarógrafos esperaban la llegada de la peruana quien, al llegar, intercambió instrucciones con el personal antes de volver al helicóptero para dirigirse hacia una zona bastante afectada.
Ante estas acusaciones, Bozzo respondió: “El día de hoy he sido atacada personalmente de manera repugnante por la que dice que es periodista Carmen Aristegui. Periodista, señora, el que escucha las dos campanas y no miente como usted está acostumbrada diariamente”.
Además, la presentadora desmintió haber empleado helicópteros del Estado de México: “¿Que yo pedí helicópteros al Estado de México para ir a pasear, a montar un show o un circo? Usted es una mentirosa porque yo fui a ayudar, a rescatar gente”.
Por otra parte, Ramiro Ávila Morales, alcalde del municipio Coyuca de Benítez informó que el helicóptero del Estado de México se negó a transportar víveres a los poblados afectados. Asimismo lamentó en su cuenta oficial de Facebook lo sucedido:
“Como Presidente Municipal de Coyuca de Benítez, Gro. me uno a la indignación general por este acto inmoral de este personaje que sin escrúpulos se aprovechó del dolor de un pueblo que lo menos que requiere es circo”.
Al día siguiente, Carmen Arístegui expreso en cinco minutos a Laura Bozzo y a Televisa: “No le muevo ni una coma a lo que ayer dijimos sobre la utilización de recursos públicos para un programa de televisión”, dijo la periodista.
“Me asombra hasta dónde llegó la degradación de Televisa, con este caso… Le mando un saludo a los directivos de esa televisora. Me duele que hayan perdido de esta manera el nivel”, expresó.
Así es cómo Televisa, busca hacer circo, maroma y teatro de baja calidad, y ocultar lo que realmente es importante en el país; la otra cuestión ¿Cuál es el interés de la televisora para provocar este tipo de montajes ante la desgracia de la gente? Hace tantos años que a los directivos de Televisa no les interesa, una programación ni educativa, ni cultural. Lo único que les interesa, es cubrir y quedar bien con sus intereses.
Es bien dicho que “La culpa no la tiene el indio, sino el que lo hace compadre”, y es la realidad ante un México, que en la mayoría solo tienen al alcance los canales de la televisión abierta, y triste que aún quien tiene la televisión de paga, prefiera a esta televisora, y no lo culpo, lo que si es criticable es que la gente actúa de esta forma es por el cerco restrictivo a la educación y a la cultura.
A nuestro gobierno no le interesa que conozcamos más, al contrario mientras nos sumerjan más a la ignorancia, menos calidad tendremos, exigir a que si no sabemos seguiremos siendo malos ciudadanos; sin educación, sin cultura, sin saber votar y permitir que se nos siga atropellando en nuestros derechos.
Y cierro con esta reflexión sobre Televisa, la cual nos abrirá los ojos de la realidad de nuestros días, en los medios de comunicación.
Emilio Azcárraga irrita cíclicamente a la opinión pública y la mantiene atenta a sus decisiones. Mega millonario, pregona su riqueza; deudor del sistema político, jamás esconde sus lealtades (“Soy soldado del PRI y del presidente”), zar del entretenimiento, respeta con escrúpulo lo que considera su desempeño básico: divertir a las clases populares y las clases medias, hacerles ver que si no les quedó más remedio y se quedaron en su casa, por lo menos allí disfrutarán de los ofrecimientos de Televisa. Para Azcárraga Milmo, y al respecto siempre fue sincero, a la televisión le toca servir de consuelo al sedentario. Este habría sido su mensaje: “Estás aquí, frente al aparato, porque no pudiste ir a otro lado. No te preocupes, haremos que tu resignación se vuelva alborozo”.
“México es un país de una clase modesta, muy jodida… que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”.
Para muchos de nosotros este discurso encierra la condena determinista de los pobres. Según comentó Azcárraga, se interpretaron mal sus palabras concentrándose la atención en la dureza de las frases y no en la solidaridad implícita.