No cabe duda, antes de hablar, de proponer y hacer; hay que consultar a la ciudadanía. Es un derecho que deberá tomar en cuenta el Gobernador y su equipo. Pero ha sido recurrente el verticalismo para emprender obras o proyectos sin mediar una consulta.
Lo último y que ilustra con claridad el fondo de las decisiones, es el intento de cierre de la primaria Tipo 21 de Agosto y la ETI, para en su lugar dar espacio a la Universidad Rosario Castellanos que se deriva del compromiso de la Presidenta de la República; la cual seguramente nunca se imaginó que el Gobernador verde buscaría cumplir con tal compromiso violando el bien superior de la niñez y los derechos a la educación de personas con TDA y TDAH (El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA-H).
Es decir; se trata de población altamente vulnerable, por ello de fondo el gobierno del Estado tiende a recortar a las poblaciones más vulnerables. Obvio, porque casi nadie puede interponerse. Pero en este caso, la respuesta de madres y padres de familia no se ha hecho esperar.
Vinieron las protestas y hubo quienes subieron en la plataforma en Change.org una petición para oponerse a estas violaciones. En solo un día a recolectado dos mil 507 firmas. La solicitud dimensiona el tamaño de las afectaciones, describe que serán 900 los afectados y que la escuela primaria ofrece un sistema de educación USAER y con esto se limitaría la educación para niños con TDA y TDAH.
Es evidente que el gobernador pretende lucirse con la presidenta de la república pasando por encima de la educación de los niños más vulnerables. Cabe destacar que, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública, en la entidad había 700 planteles que ya no albergaban clases debido a la ausencia de alumnos, de ellas, casi 170 planteles se ubican en la capital. Pero la burocracia estatal pareciera que desconoce sus propios datos, pero no, más bien quiere quitar este modelo de educación porque simplemente no le interesa y ni entiende que es el TDA o el TDAH.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, el 6% de la población de entre 6 y 16 años padece este trastorno. Esto representa alrededor de un millón 600 mil menores, de los cuales sólo el 8% está diagnosticado y tratado. Estas cifras lo revelan como un problema de salud pública. Se estima que en México hay alrededor de dos millones de personas con trastorno de déficit de atención.
Los niños y niñas y adolescentes con esta condición presentan problemas para socializar, falta de atención, organización y planeación de las actividades, así como de los impulsos y conflictos de memoria. Tal condición se manifiesta entre los 4 y 12 años de edad y 70 por ciento de los casos se asocia con otros trastornos como aprendizaje, del sueño, dislexia, ansiedad y depresión.
El TDA es el padecimiento más sobre y sub diagnosticado, su tratamiento es multimodal e individualizado. Consiste en terapia psicológica en la que se ofrecen opciones de manejo conductual, y en ocasiones se acompaña de fármacos, los cuales favorecen que los circuitos del cerebro funcionen mejor para que en la etapa de adultez el individuo pueda llevar una vida normal.
¿Pero estimada y estimado lector, ustedes creen que a la autoridad gubernamental del estado le importa esto? Permita decirles que, ¡no!
No está en duda que se requieren no una, sino más universidades en San Luis potosí, tanto en la capital como en las demás regiones del estado, pero irse sobre las instalaciones y el modelo educativo de la Escuela Secundaria Técnica Número 1 (ETI) y la , con el argumento de una baja matrícula, sin analizar en sustancia cómo está integrada su población escolar, es un error y un despojo. Cuando lo que debería hacer por las autoridades es fortalecer el acceso a la educación especial orientada a atender el TDA y el TDAH.