¿Qué pasa con el INPI en San Luis Potosí?


10 de abril 2025.
Por parte de la representación indígena se ha cuestionado la designación de un funcionario en la oficina estatal del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI). Cabe señalar que la disputa no es por un cargo, es por una agenda social, cultural, política y económica.
Mientras los Consejeros indígenas vienen trabajando una agenda basada en el reconocimiento de sus derechos con resultados históricos, al contribuir en la reforma constitucional del artículo 2° que les reconoce su personalidad como sujetos de derecho público y que ahora da pie a la asignación de recursos directos a las comunidades indígenas para sus obras de infraestructura.
Mientras el sr. Mario se ocupaba de una secretaria en su partido, haciendo muy poco y simulando mucho. Por ello se agotó su permanencia en ese instituto político. El no tuvo nada que ver en los avances que ahora han conquistado los pueblos y comunidades indígenas. El solo se sube a la agenda cuando así le conviene, como en este caso, cuando la mesa de recursos directos a comunidades ya esta servida.
El sr. estuvo décadas en el servicio público, por cierto, bien remunerado. En tanto, los consejeros son honoríficos, prácticamente pagan por brindar su servicio porque fueron elegidos por las comunidades, Mario no, no cuenta con ese consenso, Mario no fue elegido, es ilegitimo.
Los consejeros no cuestionan la facultad del director general Adelfo Regino Montes para nombrar a un servidor público, lo que cuestionan es que no se respeta el criterio que debe prevalecer para que este sea legítimo y adecuado a las exigencias de un servicio público dirigido a comunidades indígenas y esos criterios son; ser de origen indígena, hablante, oriundo de la región indígena, tener conocimiento y experiencia.
Mario podrá decir que tiene 50 años de servicio, pero lo que nunca podrá calificar es ser indígena por más que el pretenda autoadescribirse recurrentemente como persona afromexicana o rarámuri, él y muchos sabemos perfectamente que él no es indígena, ni habla la lengua tének, náhuatl o Xi ui del estado, él no es oriundo de estas hermosas tierras y su conocimiento y experiencia es de otro tiempo, de los tiempos de los gobiernos neoliberales, por eso es capaz de mentir, usurpar la identidad y traicionar a quienes dice viene a servir.
Ayer Mario declaraba en un medio de la huasteca que, los consejeros indígenas no quieren dialogar con él, sin embargo, él fue el que; los ignoro, desconoció, difamó, pretendió aplastarlos usando a la Secretaria de Bienestar. Ahora él se coloca como víctima, cuando es el victimario de los derechos de representación y participación de los consejeros indígenas.
Lo mejor es que el director del INPI haga valer el criterio y efectué una valoración de cómo quiere ser valorado y recordado en San Luis Potosí. En este estado hay personas indígenas que tienen las capacidades, experiencias suficientes para sacar adelante esta institución y su agenda, no tiene sentido profundizar un desacuerdo que solo beneficiara a otros y no los pueblos y comunidades indígenas.
Hay que ser crítico, Mario representa el pasado de las administraciones que no pudieron asimilar a los indígenas y los consejeros representan a quienes estan buscando emanciparse. Porque los pueblos y las comunidades indígenas estan hartos de la dependencia y la tutela; ahora quieren ejercer su autonomía recuperando sus plenas libertades, la potestad para tomar decisiones, actuar, y determinar su destino propio. ¿O donde quedo eso de: ¿Con el pueblo todo, y sin el pueblo nada?

Juan Felipe Cisneros Sánchez.
Observatorio Indígena Mesoamericano.

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